Entre el sueño y la
realidad
Está anocheciendo, llueve de manera estrepitosa. El micro se
detiene a dos cuadras. Frente a mi puerta tomo mis llaves, entro, el cansancio
me vence y caigo en un sueño profundo. Y así conozco a Julieta; ella siente
temor, se nota en sus manos. Él llegará pronto, puede oír sus pasos. Me
despierto y siento cómo mi corazón palpita fuertemente, parece que se me va a
salir. No logro comprender el porqué de esta sensación.
Los rayos del sol asoman por la ventana, cuesta ver con
claridad. Esta es la realidad, vuelvo a la rutina. Clases y otra vez las horas
se suceden entre libros.
De regreso a casa, me duermo y el sueño se repite: la joven
le explica el porqué de su demora; él no lo comprenderá y la somete a insultos.
La sacude con fuerzas y le da una bofetada. Julieta llora y me despierto.
Lo que ocurre es que Augusto no está de acuerdo con el romance de Julieta y Saúl y
no lo permitirá porque su amor es más fuerte.
La adolescente de 15 años era la menor de la familia, de
cabellos largos como la noche y de tez blanca. Augusto, cegado por su egoísmo,
decidió raptarla. Fue como una moneda, a cara o cruz (los periódicos informaron
la desaparición de Julieta Méndez y de una madre desesperada que lloraba la
ausencia de su quinceañera, como lágrimas de un sueño)
Los encuentros de
Saúl y Julieta quedaron guardados con los recuerdos de su vida…
2 comentarios:
Conjugaste la pasión, el amor, los celos y el crimen en un relato que cuenta mucho más de lo que el narrador está dispuesto a revelarnos, para que los lectores hagamos nuestra propia pesquisa a partir de unos pocos indicios. Muy logrado el juego de distintas voces en el relato, que aportan diferentes perspectivas a la trama y le dan el toque fantástico que te habías propuesto.
A seguir escribiendo, Laura, que recién empezamos!
Laura me gustó mucho tu cuento. Asumo que tuve que leerlo más de dos veces para entender (¿o para entender que no entendía?). Luego pude esbozar algunas hipótesis de interpretación, y entonces me quedo con la que dice que se conjugan en el relato dos realidades que se chocan y, tal vez, se influyen: la onírica y la no onírica. Esa búsqueda de multiplicar los sentidos de una obra literaria y sobre todo la dificultad del texto requieren un lector sumamente activo, que "llene" los espacios vacíos de significación, y que, así, lo re-cree.
¡Felicitaciones y vamos por mucho más!!
Publicar un comentario