La Clave para Sobrevivir
Tengo que contarles esta historia para que comprendan el raro
comportamiento de mi hermano Zyan o ¿debo decir Mario? No importa, luego
comprenderán. La noche del 20 de agosto Zyan estaba muy raro después de la cena
en casa de la abuela. Fue esa misma noche que había estado todo el día en
internet y además era extraña la forma de saludar a la abuela y a todos los que
estaban allí. No le di importancia pero al pasar los días esa extrañeza se fue
acrecentando más y más. Él siempre me contaba sus secretos pero cada vez
conversábamos menos. Fui yo quien empecé a acercarme a él para que me contara
acerca de su rara actitud, pero no parecía confiar en mí. Aunque su apariencia
física era la misma de siempre, sus gestos me parecían que escondían algo muy
complicado para explicarme.
Un día, él ya no soportaba más los abusos de nuestro padre. Noté
que buscaba como nunca algo que para él era muy importante. Siempre repetía algo
de una computadora y la clave para que no se la olvidara: XYGT290. Nunca voy a
olvidar el nombre que acompañaba ese nerviosismo: “Mario.”
“Es inútil, Facebook,
Hotmail, Outlook, todo es inútil. Debería volver urgente a
Argentina, pero ¿cómo desaparecería de mi nuevo hogar?” Todo esto decía en voz alta. De
repente, salió a caminar y fue que pude entrar a su habitación. Escrito en un
papel en su escritorio pude leer: “rastrear a Zyan (Mario) mediante las
sensaciones y experiencias que se me manifiestan.” Ahí comprendí que algo raro
pasaba y tenía que descifrarlo con la ayuda de mi mejor amiga. Le comenté la
situación en la que mi hermano se encontraba. Al principio consideramos la
posibilidad de haberse vuelto loco, pero esa insistencia de viajar casi lo
llevaba muy lejos. Cada vez que él salía de la casa, mi amiga y yo entrábamos a
su cuarto y veíamos qué pistas podíamos encontrar. Anotamos en una lista todo
lo que teníamos:
Clave:
XYGT290
País:
Argentina Nombre: Zyan (Mario)
Computadora:
Facebook, Hotmail, Outlook
¿Qué querían significar esas cosas
que anotamos en la tarjeta? Dijimos que no revisaríamos las páginas de internet
de su computadora, pero me preocupaba que mis padres notaran que Zyan anduviera
en algo raro. Después de tantas páginas web revisadas llegamos a una dirección
que realmente nos sorprendió:
En esa página el encabezado
era el siguiente:
REALIDAD VIRTUAL
una máquina para intercambiar los cuerpos
Cuando vimos eso no lo
podíamos creer, parecía ser un sueño, le pedí a mi amiga que me pellizcara para
asegurarme de que lo que estaba leyendo era verdad. Nunca supimos cómo lo había
logrado pero esa debió haber sido la explicación para que Zyan estuviera
actuando de la manera inusual en la que lo hacía. Cada día estaba más nervioso
y ya no podía aguantar la situación. Zyan había expresado que él podría
rastrear a Mario mediante “las sensaciones que se le manifestaban”; cada día
estaba pendiente de cuál era la próxima experiencia que Mario manifestaría en
él. Según mi hermano, Mario estaba cerca. Era algo que yo no podía concebir,
tenía tantas preguntas ¿cómo fue posible el intercambio de cuerpos? ¿“el otro”
podía saber dónde estaba mi hermano? Y si era así, ¿estaba en nuestro país? ¿En
dónde? No soportaba más esa duda y vi que papá estaba desquiciado porque le
faltaba algo: su famosa pistola; nunca entendí lo que realmente pasó ese día
hasta que seguí a mi hermano toda la noche caminando por lugares a los que
nunca había ido antes. Llevaba algo en la campera; ¿era lo que le faltaba a
papá? Rogaba que no. De repente veo algo que no puedo reproducir por escrito y
creo que nunca lo haré. En el momento en que Zyan la sacaba de su campera, lo
único que atiné a hacer fue gritar “¡No!..., puedes estar por aniquilarte a ti
mismo” El resto… ya lo saben.
2 comentarios:
La idea del doble, de una alteridad engañosa y a la vez tan cierta en la percepción del sujeto, es un tema muy presente en la literatura fantástica, que has sabido aprovechar en un relato singular. La narración avanza sobre un crescendo de la intriga, trasladando astutamente al lector la angustia del hermano que lleva adelante la pesquisa, y rematando la dilucidación del misterio con un final cortazariano que estremece. Felicitaciones Gus!
Gracias profe, muy lindo su comentario me encantó y me dieron ganas de seguir escribiendo. Les aconsejo a todos los que les guste escribir, que lo hagan ya que es muy placentero. Saludos, Gustavo
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