TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA

Este blogfolio nació en 2008 para convocar la palabra escrita de las y los alumnos del TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA de primer año del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Villa María, provincia de Córdoba, Argentina.

Trabajamos intensamente en clases presenciales articuladas con un aula virtual que denominamos, siguiendo a Galeano, Mar de fueguitos.

Allí nos encontramos a lo largo del año para compartir los procesos de lectura y de escritura de ficción. Como en toda cocina, hay rumores, aromas, sabores, texturas diferentes, gente que va y viene, prueba, decanta, da a probar a otro, pregunta, sazona, adoba, se deleita. Al final, se sirve la mesa.

Como cada año, publicamos los cuentos que cada estudiante escribió como actividad de cierre del taller para compartir con quien quiera leernos y darnos su parecer. Hemos trabajado explorando el género narrativo, buceando en las múltiples dimensiones de la palabra. Para ello, la literatura será siempre ese espacio abierto que invita a ser transitado.

Hemos ido incorporando, además y entre otras muchas experiencias de escritura creativa, el concepto de intervención performativa sobre textos y de patchwriting.

El equipo de cátedra está conformado por Jesica Mariotta, Natalia Mana y Mauro Guzmán, quienes le ponen intensidad amorosa al trabajo del día a día, construyendo un hermoso vínculo con las y los estudiantes.

Beatriz Vottero - coordinadora


Angel Valdera

 El misterio de Massachusetts

Marini: ¡Hola! ¿Notaron como Cortázar siempre nos pone en situaciones tan extrañas? Es como si disfrutara de ponernos en aprietos.

Clelia: ¡Tenés razón, Marini! Siempre me he pregunto si Cortázar se divierte con nuestros sufrimientos, recuerdo ese final que le dio a mi familia; hizo que pasara tal sufrimiento, ese final fue un verdadero knock out.

Alejandro: Esos finales que dejaron boquiabiertos a casi todos los lectores, pero creo que con eso nos ha dado un tipo de inmortalidad, ¿no creen? Aunque seamos personajes ficticios, las personas siguen hablando de nosotros, incluso tiempo después desde que se publicaron nuestros cuentos.

Marini: Eso es cierto, Alejandro, a veces los lectores se obsesionan con intentar entender el significado que está detrás de nuestras acciones.

Clelia: Bueno, para mí eso puede ser un tanto frustrante. Cortázar juega con sus lectores, los hace cuestionarse la realidad, la lógica, y eso nos afecta directamente.

Hermano de Irene: Eso sí, para la mayoría de los lectores el fantástico cortazariano es una obra de arte. ¿Que no piensa en nosotros, los personajes? Pero algo bueno pasó, que nos favorece. ¿Empezamos?

Alejandro: Y pasa ahora, es que Cortázar está escribiendo otro cuento, pero hay alguien que está con él, en realidad ellos dos están escribiendo el cuento: Cortázar y Edgar Allan Poe.

Clelia: Un día, donde el sol brillaba tan fuerte que no se podía estar afuera, pero estaba lindo para estar en la sombra de un paraíso, Cortázar recibió una carta, era de Poe, donde lo invitaba a Massachusetts, Estados Unidos, Poe le tenia una propuesta.

Marini: ¡Sí! Donde Poe lo invita a Cortázar a que escribieran algo, juntos.

Hermano de Irene: Cortázar tuvo que hacer un largo viaje, para encontrarse con Poe. Empezarían a hablar sobre su futura creación, cada tarde, con el sol apunto de ocultarse, buscando el momento de "inspiración".

Alejandro: Pensaban en su creación: qué le agregarán o qué le quitarán, si es que tiene que tener un final knock out. Todas esas dudas se las quitaban en esas tardes.

Irene: Cortázar un día estaba con poca inspiración, entonces decide salir a caminar solo. En esos momentos Cortázar se sentía cansado, mal, como que le pasaba algo o le faltaba algo.

Marini: Poe notaba eso en Cortázar, y un día habló con él. Le dijo que lo llevaría al hospital, para asegurarse que no sea fuese grave. Cortázar aceptó.

Clelia: En el hospital le hicieron análisis y demás, encontraron algo, los médicos le informaron la situación a Cortázar.

Hermano de Irene: Pero él no le contó nada a Poe, le dijo que todo estaba bien, aun les faltaba terminar el final del cuento. Simplemente Cortázar le dijo a Poe que se tenía que volver a su casa en París.

Alejandro: Poe aceptó y le dijo que sí, que podían ponerle el final después. Pero a todo esto Poe no sabía que le había sucedido a Cortázar.

Irene: Desde entonces pasaron unos meses y Poe no recibía ninguna carta de Cortázar. Pero lo que no sabía era que Cortázar…

Carla: Están seguros de eso?, ¿no es mucho?

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