TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA

Este blogfolio nació en 2008 para convocar la palabra escrita de las y los alumnos del TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA de primer año del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Villa María, provincia de Córdoba, Argentina.

Trabajamos intensamente en clases presenciales articuladas con un aula virtual que denominamos, siguiendo a Galeano, Mar de fueguitos.

Allí nos encontramos a lo largo del año para compartir los procesos de lectura y de escritura de ficción. Como en toda cocina, hay rumores, aromas, sabores, texturas diferentes, gente que va y viene, prueba, decanta, da a probar a otro, pregunta, sazona, adoba, se deleita. Al final, se sirve la mesa.

Como cada año, publicamos los cuentos que cada estudiante escribió como actividad de cierre del taller para compartir con quien quiera leernos y darnos su parecer. Hemos trabajado explorando el género narrativo, buceando en las múltiples dimensiones de la palabra. Para ello, la literatura será siempre ese espacio abierto que invita a ser transitado.

Hemos ido incorporando, además y entre otras muchas experiencias de escritura creativa, el concepto de intervención performativa sobre textos y de patchwriting.

El equipo de cátedra está conformado por Jesica Mariotta, Natalia Mana y Mauro Guzmán, quienes le ponen intensidad amorosa al trabajo del día a día, construyendo un hermoso vínculo con las y los estudiantes.

Beatriz Vottero - coordinadora


Bitácora de cuentos: Vale Pipino

Su vida era totalmente placentera, tenia todo lo que alguna vez había soñado, hacia 3 años que se había recibido, constaba con un merecido titulo, era psicóloga, además de darle muchas satisfacciones, también durante su carrera encontró a su único y gran amor, Julián. Para Mariel el era lo mas importante, sentía que era lo único por lo cual estaba en esta vida. Estaba casada ya hacia 2 años.
Un día jueves por la noche, ella había terminado su jornada laboral y se comunica con su marido para informarle que no iba a poder llegar en dos horas porque tenía una importante reunión a la cual era necesaria asistir. A los 20 minutos Mariel se entera de que la reunión había sido cancelada, al enterarse para no hacer otra llamada fue a buscar su auto al garaje y salio hacia su casa.
Estaciona en frente del departamento en que vivían dándole las llaves al guardia para que guarde su vehiculo, entra al ascensor, se baja al llegar al piso numero 7, abre la puerta, el ambiente estaba en silencio, oscuro, como si nadie hubiera estado allí, dirigiéndose al baño comenzó a llamar a su marido, no obtenía ninguna respuesta, entonces se dirigió hacia la habitación, prendió la luz y su rostro comenzó a ponerse blanco, de sus ojos brotaban lagrimas y ya no podía mantenerse estable frente a esos dos cuerpos muertos.
Uno era su razón de vida, su amor, Julián y ella una joven muchacha. Sobre la mesa de luz una nota que le decía que ella también estaba enamorada de Julián igual o más q ella y que ya no podía soportar compartirlo y que así era la única manera de tenerlo siempre con ella. Un veneno en la comida fue la razón de sus muertes.
Mariel totalmente desesperada llama al servicio medico, llegan al hospital, pero ya nada había por hacer, Mariel nunca había pensaba que en su tranquila y adorable vida podía ocurrir algo así, el golpe fue tan grande que su vida comenzó a no tener sentido, sin duda fue el golpe mas grande que pudo sufrir, dejo su trabajo, la soledad y la tristeza se apoderaron de ella y de aquel lugar donde compartía su vida con Julián, donde solo había dejado recuerdos. Después de dos años de lo ocurrido, a pesar sentir el mismo dolor de aquel jueves, se dio cuenta de que tenia que continuar con su vida y salio a buscar trabajo, la situación no era fácil, ya que nadie la recibía porque decían que una psicóloga con tantos problemas no podía ayudar a nadie.
Un día de mucho sol, ya cansada de buscar empleo y de que nadie la acepte se sentó en un banco de la plaza a disfrutar un poco del día, de repente escucho un golpe, un niño se había tropezado con el banco, se levanto ayudarlo y lo sentó junto a ella, le pregunto como se llamaba y el tímidamente le respondió Benjamin y le contó que tenia 9 años, que sus padres lo habían abandonado y que vivía en un vieja casona que funcionaba como instituto para niños huérfanos como él, que muchos eran adoptados pero el nunca había tenido esa suerte, pero que todavía no perdía las esperanzas, Mariel también le contó su historia y quiso mostrarle una foto de Julián, pero aquel niño de voz tan dulce le dijo que no podía hacerlo, que sus ojitos desde muy pequeño habían tenido problemas y que no podía ver, Mariel paralizada al enterarse de que era ciego le pidió perdón y ofreció acompañarlo a su instituto, el niño contesto felizmente que si y comenzaron a caminar los dos juntos mientras ella le contaba de cómo era todo aquello que los rodeaba y no podía ver. Llegaron al instituto y la invito a pasar, ella ingreso y comenzó a caminar por aquella vieja casona, sus pasillos eran muy largos, tenia muchas puertas, lámparas colgantes y jarrones de muchísimas de muchísima antigüedad, no parecía un lugar para niños, de repente se asusto con la presencia instantánea de un hombre mayor, salio de una habitación, era canoso, de ojos muy profundos, con murada de búho, parecía que todo lo observaba, nada pasaba desapercibido para el, se presento diciéndole de que era el director linares y pregunto a que se debía su presencia en su acogedor instituto, Mariel le contó que se encontró con Benjamin y que solamente lo había acompañado, el hombre mayor hecho descortésmente al niño y dirigiéndose a Mariel le dijo que la próxima vez tenga cuidado con Benjamin, que no era un niño normal, que nadie podía ser normal siendo ciego, ella muy enojada dio media vuelta y se retiro del instituto.
Al día siguiente Mariel fue a la misma hora a aquella plaza y se seto en el mismo banco, mientras leía un libro sintió la dulce voz de Benjamin, muy contenta lo sentó junto a ella y leyó un par de cuentos. Y así todos los días se encontraban en el mismo lugar, a la misma hora, compartían caminatas, cuentos, ricos copos de azúcar, la pasaban muy bien juntos.
Un día como todos los otros, Mariel fue a la plaza como lo hacia habitualmente y el tiempo corría y Benjamin no aparecía entonces ella decidió ir al instituto, cuando llego se asomo a una de las tantas ventanas y lo encontró limpiando una gran sala con muchos objetos, cuadros antiguos, jarrones, todo de muchísimo valor, ella lo encontró y le pregunto que porque estaba haciendo eso, que ese no era su deber, y en ese instante apareció una enorme mujer pidiéndole que se retirara que ese era su trabajo y su obligación por no poder hacer nada y por ser ciego, aquella mujer tan insensible era la encargada supuestamente de la limpieza de aquel lugar, en realidad era lo que le hacia hacer a los niños. En ese mismo momento Mariel comenzó a recorrer el lugar y vio en el estado en que crecían todos esos niños, de pronto sintió la mano calida de Benjamin sobre la suya y le pidió que la acompañe, bajaron muchas escaleras, se dirigían hacia el sótano, quedo totalmente sorprendida al entrar allí, el lugar estaba repleto de dibujos de todas formas, de muchísimos colores, y le contó que ese era su lugar, nadie sabia de su existencia, solo el, era su mas grande secreto, Mariel se emocionó al saber que confiaba en ella y en ese momento se dio cuenta de que tenia que hacer algo por Benjamin y por todos los niños del instituto. Al día siguiente pudo contactar a la inspectora, Mariel la acompaño al instituto y le mostró la realidad que nunca había visto, todo aquello que esos niños estaban padeciendo. Cerraron el lugar y mandaron a todos ellos a diferentes institutos de la región.
Después de unos meses Mariel comenzó a sentir aquella misma soledad que hacia mucho no sentía.
Tres meses después las puertas de aquella vieja casona volvieron abrirse, totalmente renovado, Mariel se convirtió en la directora del lugar y trajo de nuevo a su lugar a todos aquellos niños que anteriormente lo conformaban, y por supuesto también a Benjamin, quien a partir de ese momento dejo de esperar su suerte y desde ese momento formaba parte de la vida de Mariel.
Muchos niños fueron adoptados y muchos también ingresaban, pero todos entraban y salían felices, se criaba como verdaderos niños y aquella vieja habitación del sótano fue convertida en un pequeño museo para niños donde allí realizaban y mostraban sus trabajos. Y así Mariel encontró nuevamente un amor, un amor distinto pero al fin amor, aquel pequeño niño de voz dulce había cambiado su vida y le había dado nuevamente razones para existir.

1 comentario:

Euge dijo...

Valeria me gustó mucho tu cuento, tenés una manera muy particular de narrar; la cual permite que la historia te atrape y sea fluida, sin tropiezos, seguí escribiendo así!

Me encantó el tema que elegiste también y cómo utilizaste los espacios y los personajes no sólo en órden a la consigna, sino también dándole un toque personal.

El tema central de tu historia es el amor y me dejó pensando en todas las cosas que la vida te ofrece para ser feliz y cómo la ayuda a un otro que nos necesita puede muchas veces salvar una vida! Hay que mirar más allá de nosotros mismos y no ser egoístas, hay que levantarse ante las dificultades y dar amor; porque esta fórmula nunca falla: “cada uno dá lo que recibe.”