TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA

Este blogfolio nació en 2008 para convocar la palabra escrita de las y los alumnos del TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA de primer año del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Villa María, provincia de Córdoba, Argentina.

Trabajamos intensamente en clases presenciales articuladas con un aula virtual que denominamos, siguiendo a Galeano, Mar de fueguitos.

Allí nos encontramos a lo largo del año para compartir los procesos de lectura y de escritura de ficción. Como en toda cocina, hay rumores, aromas, sabores, texturas diferentes, gente que va y viene, prueba, decanta, da a probar a otro, pregunta, sazona, adoba, se deleita. Al final, se sirve la mesa.

Como cada año, publicamos los cuentos que cada estudiante escribió como actividad de cierre del taller para compartir con quien quiera leernos y darnos su parecer. Hemos trabajado explorando el género narrativo, buceando en las múltiples dimensiones de la palabra. Para ello, la literatura será siempre ese espacio abierto que invita a ser transitado.

Hemos ido incorporando, además y entre otras muchas experiencias de escritura creativa, el concepto de intervención performativa sobre textos y de patchwriting.

El equipo de cátedra está conformado por Jesica Mariotta, Natalia Mana y Mauro Guzmán, quienes le ponen intensidad amorosa al trabajo del día a día, construyendo un hermoso vínculo con las y los estudiantes.

Beatriz Vottero - coordinadora


Bitácora de cuentos: Natalia Mana

El museo

En la casona de la calle 9 de julio, ya se comenzaban a ver los primeros preparativos para la inauguración del museo, en honor a:”Los mas cobardes de cierta guerra”, si así es, dedicado a todos aquellos excombatientes de una guerra que el pueblo no recuerda con exactitud, pero aseguran que alguna ves sucedió.
Don Nicolás García más conocido como “el viejo búho”, por culpa de su tan despectiva y repugnante mirada para con cualquier habitante del poblado; él en esa gran ocasión seria reconocido con la plaqueta que llevara grabado” COBARDE DESTACADO ENTRE TODO EL PELOTON Nº 5”, gran reconocimiento para alguien que dedico su vida a discutir y buscar pleito con todos y cada uno de sus vecinos, al punto de no dejarlos pasar por su vereda alegando que solo era de él y nadie mas debía utilizarla, así era Nicolás un hombre ermitaño por completo solo con el mismo, su esposa doña Regina de García victima de una grave enfermedad hace ya 17 años que lo dejo viudo, y se cree que fue ella solamente la que pudo soportar el mal carácter de su marido. Ni su hijo Adolfo García toleró a su papá demasiados años, este hombre despiadado fue capaz de acusar a un pobre niño de robarle dinero a diario, siempre lo trato como a un ladrón. Esto y la muerte de su madre fueron grandes golpes para él. Al cumplir la mayoría de edad, y arto de tantos reproches, acusaciones y mal trato, abandono la casa, con una velocidad extraordinaria, y sin ningún deseo de volver.
El lugar que se destino para la realización de este museo tan peculiar, es la vieja casona, con su pasillo tan extenso que desde la entrada no se pude divisar con claridad donde termina, de tapizados verde muy oscuro, y con una inmensa cantidad de cuartos; cada habitación es correctamente limpiada y acomodada por la señora encargada del mantenimiento del antiguo lugar, ella se dedica a esto desde hace varias décadas, argumentando que sus antepasados fueron los dueños por completo de semejante mansión.
El viejo Nicolás tan orgulloso de su anhelado reconocimiento, no dudo en comunicárselo a su hijo Adolfo a través de una carta que envío al hospital en donde el muchacho trabaja como medico; algunas de las palabras que sobresalen en esa carta son:”deseo verte hijo”,”este puede ser un gran momento para hacer las pases”,”y que una ves en tu vida puedas estar orgulloso de tu padre”,”a pesar de tu abandono, te sigo queriendo aun mas, y creo que me he dado cuenta que este mal carácter no ha causado mas que dolor en mi vida”.
Adolfo, con la carta en mano, pensó que seria una gran oportunidad para que su padre le pidiera disculpa por todos los pesares que le hizo sufrir cuando niño, y poder creer en él aunque sea solo una vez y dejar atrás cualquier rencor.
Ya todo estaba listo, un gran escenario, micrófonos por aquí y allá, para que ningún habitante de la zona quedara fuera del tan deseado museo para “excombatientes de cierta guerra”; pero vale destacar que en esta entrega no serán reconocidos los que lucharon por el pueblo y la nación, que defendieron a sus compañeros, y que expusieron sus vidas a los desagrados que una guerra conlleva en sí. Nada más distinto a esto es lo que hoy se va celebrar en el novedoso museo del pueblo, y ahí asistirá Adolfo García esperando que reconozcan a su padre como un gran héroe de una guerra que él tampoco recuerda, pero, quizás sea el único y ultimo motivo por el cual pueda acercarse después de tantos años.
Luego de una breve pero intensa espera, se hizo presente con todo su traje de militar medio percudido y gastado por el paso de los años don Nicolás García ansiando, mas que nada, una demostración de afecto de Adolfo quizás poco merecida, pero es que aun late esa esperanza, en un corazón corroído por la intolerancia.
El locutor aborda el discurso anunciando que el pueblo debe estar orgulloso de lo que se está llevando a cabo, todos aquellos que tendrán un lugar es ese museo se han hecho presente ya. El anciano que va ser premiado en momentos más no le quita su mirada de búho a la puerta principal de la vieja casona, apeteciendo ver atravesar el umbral a ese hijo que crió bajo tanto daño y que tanto hecha de menos. Justo en ese instante se escucha el nombre de don Nicolás García en el escenario, solicitando se haga presente, para que se le de en mano el gran pedazo de metal con unas letras impresas, que parece algo insignificante, pero cómo puede cambiar la vida de una persona ese pedazo de chatarra, cómo un título de algo puede hacer que se cambien tantos años de malos tratos, cobardía, hipocresía y hasta repugnancia, preguntas que no tienen respuesta, y que solo pueden ser vistas en este pueblo donde se premian a los gallinas. Ahora desde el escenario se escucha la voz ronca de un viejo que da gracias a todos por haber asistido y sobre todo le agradece a su hijo Adolfo, que puede ver que se encuentra entre el público, baja del escenario y corre en busca de ese abrazo tan esperado, se encuentra con el joven, lo mira a los ojos y no puede decir nada, entonces el muchacho un poco melancólico y arrepentido le dice:”lo perdono don Nicolás, siempre supe que es todo un cobarde”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

magnifica perspectiva de las cosas que pasan... exelente manera de decirnos algo (si es que esa fue tu intencion)... lexico,,,sin palabras... me encanto la manera por que mientras lo leia te escuchaba y me agrada mucho tu forma de ser amiga... un abrazo. seba

Anónimo dijo...

esta buenisimoo!..que ocurrencia.. me encanta esas cosas irónicas, pero tan verdaderas!!
"COBARDE DESTACADO ENTRE TODO EL PELOTÓN Nº 5"
GENIAL JAJAJ!

Flor B

Euge dijo...

Natalia, cuánta ironía atraviesa nuestra historia!!! Creo que de un modo muy inteligente nos pudiste contar cómo fueron las cosas “en esa guerra”; esa guerra que como vos mismo decís enorgullece a tantos hombres que no fueron más que unos cobardes.

Hay muchas cosas de nuestra historia que nos avergüenzan y son generalmente las que más se destacan y se reconocen; sino cómo se explica que varias calles tengan el nombre de tantos traidores a la patria!

Utilizar la ironía y el absurdo para contar no es fácil y vos lo lograste de una manera única; con el uso del vocabulario elegido y las descripciones que elaboratse para cada situación.

Seguí escribiendo Naty, quiero seguirte leyendo!