TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA

Este blogfolio nació en 2008 para convocar la palabra escrita de las y los alumnos del TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA de primer año del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Villa María, provincia de Córdoba, Argentina.

Trabajamos intensamente en clases presenciales articuladas con un aula virtual que denominamos, siguiendo a Galeano, Mar de fueguitos.

Allí nos encontramos a lo largo del año para compartir los procesos de lectura y de escritura de ficción. Como en toda cocina, hay rumores, aromas, sabores, texturas diferentes, gente que va y viene, prueba, decanta, da a probar a otro, pregunta, sazona, adoba, se deleita. Al final, se sirve la mesa.

Como cada año, publicamos los cuentos que cada estudiante escribió como actividad de cierre del taller para compartir con quien quiera leernos y darnos su parecer. Hemos trabajado explorando el género narrativo, buceando en las múltiples dimensiones de la palabra. Para ello, la literatura será siempre ese espacio abierto que invita a ser transitado.

Hemos ido incorporando, además y entre otras muchas experiencias de escritura creativa, el concepto de intervención performativa sobre textos y de patchwriting.

El equipo de cátedra está conformado por Jesica Mariotta, Natalia Mana y Mauro Guzmán, quienes le ponen intensidad amorosa al trabajo del día a día, construyendo un hermoso vínculo con las y los estudiantes.

Beatriz Vottero - coordinadora


Bitácora de cuentos: Jesica Biolatto

EL ACCIDENTE PREMEDITADO

Roque Sosa era un viejo con mirada de búho, todas las tardes se sentaba en la vereda al frente de su antigua casona bajo la sombra de un sauce llorón que tenía casi la misma edad que la casa. A la vivienda la heredó de su único tío soltero; éste se había hecho cargo de Roque cuando fallecieron sus padres. Roque tenía una sola hermana, llamada Adriana Sosa, quien tenía un solo hijo cuyo nombre era Leonardo Gómez; el joven trabajaba en el museo de RAMOS GENERALES que quedaba a dos cuadras de la casona. Para no llegar tarde al trabajo, todos los días Leonardo tenía que pasar al frente de la casa de su tío a toda velocidad con su moto; porque siempre se quedaba dormido y llegaba tarde.
Leonardo nació el 24 de febrero de 1970, en el hospital San Jorge que se encontraba a seis cuadras de la casa de su tío Roque. Este último convivía con Marcela Ramonda, la mujer de la limpieza y su dama de llaves. Los dos tenían una amistad desde hacía más de treinta años. Y como presintiendo algo, el viejo siempre le comentaba a la mujer que su sobrino cualquier día de estos iba a tener un accidente con esa bendita moto.
En el momento en que Roque se disponía a sentarse en la vereda como todos los días, pudo ver como su sobrino le hacía un gesto de saludo al mismo tiempo que se estrellaba con la moto, con un auto que estaba estacionado al frente de la casa. El pobre Sosa desesperado, comenzó a correr hacia donde estaba el joven accidentado y empezó a llamar a Marcela, para que lo ayudara a socorrer al chico.
En el instante en que se dirigía a llevarlo al hospital, llegó la ambulancia y lo trasladaron de inmediato al nosocomio. Cuando llegaron al hospital, lo bajaron y lo llevaron por un largo pasillo hasta la sala de rayos x para ver si tenía alguna contusión en el cerebro, o en cualquier parte de su cuerpo. El doctor lo internó en observación y en una sala común y le aconsejó que dejara de andar en moto y que se acostumbrara a llegar a horario a su trabajo. También le dijo, que apenas tuviera los resultados de todos los estudios, le iba a dar el alta.
Entonces Leo, como le decía su madre, llamó a su familia y les prometió que iba a dejar de andar en moto y que iba a ser más responsable con el trabajo y con su vida.
A las pocas horas volvió el médico y le dio el alta, pero le sugirió que volviera a control día de por medio para ver como evolucionaba su estado.
Así pasaron los días y Leonardo cumplió su promesa, vivió feliz con su familia.

1 comentario:

Euge dijo...

Jesy, felicitaciones, muy buen trabajo el que realizaste, seguí así porque de eso se trata; de seguir, equivocarse, aprender y seguir, de eso se trata la escritura!
Escribir no es una tarea fácil, nos enfrenta con nosotros mismos y nos pone a prueba.
De a poquito debemos ir logrando esa confianza en nosotros que nos va a permitir disfrutar y sorprendernos!
Espero ansiosa tu próximo cuento!